La he cortado con el patrón que hice para la camisa, en loneta fina de algodón.
He escogido el ocre o mostaza porque era un color habitual en muchas prendas de la época ya que el tinte era fácil de encontrar.
Además he añadido una limosnera en tejido brocado y un cinturón de piel para complementar la imagen más habitual de la mujer común en el S. XIII.
La pasamanería alrededor del cuello y en las bocamangas era un detalle habitual en la indumentaria de esta época. Ya que no se podían permitir joyas, adornaban sus trajes con estas filigranas que solían hacer ellas mismas o adquirían en el mercado.
En vez del remallado que utilizamos actualmente, hacían un dobladillo con medio punto para "asear" la labor.
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